sábado, 21 de mayo de 2011
Mapa pueblos cristianos y musulmanes Alta Edad Media
Se denomina Reconquista o Conquista cristiana al proceso histórico en que los reinos cristianos de la Península Ibérica buscaron el control peninsular en poder del dominio musulmán. Este proceso tuvo lugar entre los años 722 y 1492. En un principio los musulmanes fueron poco a poco conquistando la península y avanzaron hasta el norte, la única parte del territorio que quedó libre del asedio musulman debido a sus condiciones climatológicas y al carácter montañoso del territorio.
En el S.X comenzó el avance de los reinos cristianos hasta el norte en lo que hoy se conoce como período de Reconquista y que terminaría con la expulsión de los musulmanes del reino de Granada.
Este período tiene 4 etapas:
Siglos VIII-X. Completada la conquista en apenas un lustro, al margen sólo queda una estrecha franja montañosa en el Norte. Su principal esfuerzo hasta el siglo X irá dirigido a consolidar nuevas estructuras político-institucionales sobre unas realidades socio-económicas en transformación, configurando las bases del feudalismo en la Península. Al Oeste se afianzó el reino asturiano, extendiéndose entre Galicia, el Duero y el Nervión. Al Este la Marca defensiva carolingia germinará en diferentes núcleos cristianos pirenaicos. Su precaria situación quedará demostrada durante el reinado de Abd al-Rahman III (912-961), cuando reconozcan la soberanía del Califato, convirtiéndose en Estados tributarios.
Siglos XI-XII. La disgregación del Califato facilitará un lento avance cristiano por la Meseta norte y el valle del Ebro, consolidándose institucionalmente los reinos. Ello será financiado con las imposiciones tributarias a que sometieron a los reinos musulmanes, convirtiéndolos virtualmente en protectorados. Es un período de europeización, con la apertura a las corrientes culturales continentales y la aceptación de la supremacía religiosa de Roma. El avance castellano-leonés provocó sucesivas invasiones norteafricanas –Almorávides y Almohades- que evitaron el colapso de la España musulmana. La repoblación entre el Duero y el Tajo se sustenta en colonos libres y concejos con amplia autonomía, mientras que en el Ebro los señoríos cristianos explotarán a la población agrícola musulmana.
Siglos XIII-XIV. La alianza entre los reinos cristianos logra el definitivo derrumbe del Al-Andalus, conquistando con gran celeridad el sur peninsular. Una expansión protagonizada por las coronas de Castilla y Aragón generará determinados problemas: la absorción de un enorme volumen territorial y poblacional. En Andalucía y Murcia, la imposición de grandes señoríos y la expulsión de las poblaciones autóctonas derivará en la decadencia económica del territorio. En Valencia y Alicante, los señoríos cristianos, de menor extensión, se superpondrán a una población musulmana que mantendrá la prosperidad económica. Problemas solapados con la crisis económica del siglo XIV y las guerras civiles que desangraron a los reinos de la España bajomedieval. De esta forma se consolida España como la nación que por excelencia resistió y contuvo los ataques musulmanes en Occidente, siendo el Reino de Hungría el guardián de Europa en el Este ante la llegada de los turcos.
Siglo XV. La supervivencia del reino nazarí de Granada responde a varias razones: su condición de vasallo del rey castellano, su conveniencia para éste como refugio de población musulmana, el carácter montañoso del reino , el apoyo norteafricano, la crisis castellana bajomedieval y la indiferencia aragonesa . Además, la homogeneidad cultural y religiosa proporcionó al Estado granadino una fuerte cohesión. Su desaparición a finales del siglo XV –además de por sus interminables luchas dinásticas- se ensarta en el contexto de la construcción de un Estado moderno llevado a cabo por los Reyes Católicos a través de la unificación territorial y el reforzamiento de la soberanía de la Corona.
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